Tegucigalpa, Honduras.
La reactivación de las investigaciones en torno al asesinato del director de Lucha contra el Narcotráfico y el asesor en esa misma materia, Arístides Gonzáles y Alfredo Landaverde, respectivamente, puede constituirse en la oportunidad para terminar con la impunidad de los policías corruptos y ligados al crimen organizado.
Tal es el criterio de la rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, UNAH, Julieta Castellanos, en referencia a la información difundida por un medio de comunicación escrito, en el sentido de que oficiales de cúpula de la Policía Nacional, serían los autores intelectuales de dichos homicidios.
Castellanos, señaló que muchos jefes policiales tuvieron la oportunidad de denunciar la podredumbre en la institución policial y no lo hicieron, pero la publicación sobre la planificación y ejecución del asesinato de González y Landaverde, ha sido el detonante para que el Estado reaccione frente a un hecho que ya se conocía.
Lamentó que tuvieran que caer muchas víctimas a manos de policías, unos de manera muy notoria, otros en los que existía presunción, como lo sucedido con el asesinato de su hijo Alejandro y de su amigo Carlos David.
Para la rectora las acciones tomadas en las últimas horas por el Ministerio Público, para esclarecer crímenes de impacto como los de Arístides González Irías y el ex asesor en materia de combate al narcotráfico, Alfredo Landaverde, pueden ser el principio del fin para acabar con la impunidad que ha predominado en la Policía Nacional.
La académica, manifestó con tristeza que nunca hubo la suficiente voluntad para la depuración policial, algo que ella siempre señaló y que en ocasiones se le calificó como una persona que no reconocía los esfuerzos que hacen en la lucha contra el crimen organizado.
“Siempre sostuvimos que el fondo de este problema radica en que la Policía, sus mandos superiores, algunos mandos intermedios, en el intermedio y en alguna medida ahora, está comprometida con el crimen organizado, con asesinatos, con el tráfico de drogas, con secuestros y con las extorsiones”, concluyó Castellanos.