Hoy en día las mujeres tenemos mucha más libertad para hablar de sexo y de nuestras fantasías sexuales; lo que ha hecho que las estadísticas se igualen. De hecho, según una investigación de Antonio Zadra, psicólogo de la Universidad de Montreal, Canadá, los hombres y las mujeres tenemos una cantidad muy similar de fantasías sexuales.
Por tanto, las diferencias no están en la cantidad sino en la calidad y el contenido de las mismas. Esto se debe a que el modo de fantasear depende mucho de cómo nos socializados sexualmente los hombres y las mujeres.
Por ejemplo, lo más habitual en una fantasía sexual masculina es que él lleve las riendas mientras que las mujeres solemos ser llevadas. Además, las mujeres normalmente fantaseamos con personas o personajes conocidos, desde famosos hasta amantes (pasados o presentes). Sin embargo, los hombres suelen fantasear con tener relaciones sexuales en lugares extraños o con prácticas sexuales menos comunes como los tríos o el intercambio deparejas.
Por otro lado, tanto para hombres como para mujeres, el momento más común para tener este tipo de ensoñaciones es durante la masturbación y los elementos que suelen inspirar las fantasías sexuales son también comunes: deseos reprimidos, situaciones irrealizables, etc.