Quantcast
Channel: Redacción Diario QuienOpina.com – Diario QuienOpina.Com | Noticias de Honduras y el mundo
Viewing all articles
Browse latest Browse all 11881

Eccema, Una enfermedad de niños alérgicos

$
0
0

Algunos bebés presentan placas rojas en diversas áreas del cuerpo, con fuerte picazón, cubiertas con una piel gruesa, muy seca, con escamas o incluso con supuración. Estos niños son víctimas de eccema.

En los niños pequeños esta alergia cutánea afecta sobre todo la piel de la cara, a menudo los pómulos. Después de los dos años se encuentra preferentemente en los pliegues de los codos y las rodillas, pero algunos niños sufren de lesiones en las manos, los brazos o extendidas en otras partes del cuerpo. Estos niños se rascan mucho, a menudo hasta sangrar, sudan y  su vida cotidiana se deteriora. Las placas, además, tienden a reaparecer ante el menor estrés. No es raro que algunos de estos niños tiendan a aislarse de otros niños y que sus padres adopten un comportamiento sobreprotector.

Mayores probabilidades de desarrollar asma

Afortunadamente para estos pequeños pacientes y sus familias, el eccema infantil es más raro después de los tres o cuatro años. Persisten hasta la edad adulta solamente las alergias más severas.

El eccema generalmente se observa en niños con antecedentes familiares de alergia. Por esta razón, los niños con eccema, una vez curada, corren más riesgos de hacerse asmáticos, puesto que al asma es también de origen alérgico. En la adolescencia tienen más riesgos de desarrollar rinitis alérgica (fiebre del heno). El eccema afecta a entre un 10 % y 20 % de los niños, según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). 1

Cómo diferenciar el eccema de la dermatitis de contacto

Con fuerte componente hereditario, el eccema atópico (alérgico) no debe confundirse con la dermatitis de contacto. Esta otra forma de eccema es más frecuente en los adultos y se caracteriza por la aparición de una erupción en la piel después de usar joyería de fantasía de níquel,  cosméticos o sustancias como el formaldehido. Se encuentra en ambas enfermedades un fenómeno de sensibilización a un agente extraño (alérgeno) pero los mecanismos que participan no son exactamente los mismos.

El eccema del niño es una verdadera alergia, que genera ciertos anticuerpos, inmunoglobulina E, en respuesta a alérgenos de la alimentación (leche, huevos, soja) o presentes en el ambiente (polen, animales microscópicos como los ácaros, polvo). Algunos de ellos cruzan la barrera cutánea, de ahí que afecten la piel.

El eccema de contacto del adulto corresponde más bien una reacción local desarrollada después de repetidos contactos con una sustancia que sensibiliza la piel. En esta se observa la aparición de múltiples ampollas pequeñas con líquido que se pueden romper.

¿Eliminar el agente irritante?

El eccema de contacto se cura con la desaparición del agente irritante. Sin embargo, en la práctica, esto no es tan sencillo ya que  el alérgeno puede encontrarse, por ejemplo, en el entorno laboral.

En el eccema del niño, cuando se conoce el alérgeno, se puede tratar de erradicarlo, por ejemplo, cambiando la dieta o eliminando la fuente de la alergia (un colchón con ácaros). Pero, de nuevo, a menudo es más fácil decirlo que hacerlo. La desensibilización puede intentarse en algunos casos, pero estos niños suelen ser sensibles a muchas sustancias, lo que complica el tratamiento.

En muchos casos, el tratamiento buscará únicamente mejorar lesiones de la piel utilizando cremas y aceites de baño hidratantes. Se puede recurrir al uso de corticoides pero solo bajo estricta supervisión médica. Para prevenir la aparición de recaídas al suspender el tratamiento, la interrupción de los corticosteroides tiene que ser progresiva. También hay que tratar de evitar las infecciones secundarias de la piel mediante una buena higiene personal. Por último, si la picazón es muy severa, la administración de un medicamento antihistamínico puede brindar alivio.


Viewing all articles
Browse latest Browse all 11881