Tegucigalpa, Honduras.
La deuda pública de Honduras ascendió a 7,366.7 millones de dólares en el primer semestre de 2016, con un alza del 3.5% respecto al mismo periodo de 2015, informó ayer una fuente oficial.
El monto, que suma las deudas externas e interna, supera en 249.1 millones de dólares (3.5%) el saldo al 30 de junio de 2015, cuando tenía un saldo de 7,117.6 millones de dólares, señaló un informe preliminar del Banco Central de Honduras (BCH).
De ese total, la deuda externa a junio pasado llegó a 5,972.5 millones de dólares, cifra 6% mayor con respecto al mismo periodo del año pasado, cuando sumó 5,634.3 millones, detalla el reporte.
Los principales acreedores son los organismos multilaterales, con 3,832.9 millones de dólares, la deuda comercial (instituciones financieras y proveedores) por 1,263 millones, y la bilateral, con 876.6 millones de dólares, señaló.
El organismo hondureño señaló que la deuda interna en el periodo de referencia ascendió a 1,394.2 millones de dólares, lo que supone una disminución de un 6% con relación al primer semestre de 2015, cuando sumó 1,483.3 millones.
A finales del 2008 el país presentó el peor desempeño económico, registrando tasas de crecimiento negativas (-2.9% PIB), esto como producto de dos acontecimientos atípicos como la crisis financiera internacional lo que originó una disminución en las exportaciones, se redujo la
Inversión Extrajera Directa y se desalentó a su vez la demanda interna provocando una caída estrepitosa en la producción nacional lo que propició una exigua recaudación de ingresos.
El segundo acontecimiento fue la crisis política interna que sufrió el país a mediados del 2009 que indujo a los organismos financieros a restringir el acceso a crédito externo y la suspensión de la cooperación económica de los países amigos; eventos obligaron al gobierno
Hondureño a recurrir al endeudamiento interno con el objetivo de financiar el Presupuesto General de la República.
Sumado a esto también surgieron dificultades para pagar deuda que estaba por vencer y al no contar el con el recurso financiero para hacer frente a este problema, las autoridades acudieron a operaciones de refinanciamiento de pasivos utilizando para ello la figura de Roll-Over (por sus siglas en inglés (que significan renegociación al vencimiento) con la finalidad de reducir la presión financiera que ejercían los tenedores de la deuda.