NUEVA YORK.— Un duelo a gritos con un reportero. Periodistas esforzándose por hacer oír sus preguntas. Un inesperado interludio de un abogado.
La estridente primera conferencia de prensa de Donald Trump como presidente electo no tuvo muchas similitudes con las usuales sesiones, generalmente serias y coreografiadas, del ocupante de la Oficina Oval. Fue un despliegue de 58 minutos de cómo algunas de las viejas reglas del periodismo serán puestas a prueba durante la era Trump.
Más de 250 periodistas abarrotaron la Trump Tower para la primera conferencia de prensa en forma que ofrece el empresario desde julio, y que fue presentada como un foro para dialogar sobre cómo se separará de sus negocios. Sin embargo, rápidamente se convirtió en una estruendosa y caótica reunión en la que se tocaron diversos temas, desde la inteligencia estadounidense, los hackeos rusos y algunos de los planes de políticas de Trump una vez que asuma el cargo el 20 de enero.
La rueda de prensa se puso tensa cuando Trump prohibió a un periodista de la cadena de televisión CNN formular su pregunta y acusó al medio de dar “noticias falsas”. El multimillonario no dejó hablar al reportero y le mandó a callar en varias ocasiones. Finalmente le llamó “maleducado”.