Tegucigalpa, Honduras.
El líder del Partido Anticorrupción (Pac), Salvador Nasralla explicó que su gobierno será de transición para recuperar la institucionalidad de Honduras.
Aseguró que espera contar con la ayuda de órganos internacionales y, posteriormente, a través del replanteamiento de los distintos entes del Estado que actualmente están controlados por el régimen nacionalista.
“Derogaremos la Ley de Secretividad, la Tasa de Seguridad, reducir los costos logísticos de las empresas, defender la empresa privada y darle facilidades para que faciliten empleos; dar algunas exoneraciones, pero momentáneas y no de por vida como lo hacen estos barbaros”, explicó.
Aseguró el líder anticorrupción “eliminar la Ley de Empleo por Hora. Eso le está quitando a la gente el derecho a seguridad social”.
Respecto a la seguridad ciudadana, comentó que en el gobierno de la Coalición Opositora nombrarán un secretario de Seguridad y Defensa “totalmente ajenos a la clase política”
“Hay que poner civiles decentes. Hay hacer una auditoria (…) hay que darle electricidad a los pobres, darle educación a los niños, pero lo primero de todo es que vamos a pedir la CICIH, que podría ser la misma MACCIH pero con dientes”, pormenorizó Nasralla.
El presidenciable del Pac sostuvo que “los jueces que están eligiendo los de la MACCIH, sólo pueden juzgar a los que andan sin zapatos; los de cuello blanco serán juzgados por la Corte Suprema de Justicia que fue elegida por el bipartidismo. Toda la gente que me rodea lo tiene claro”.
“Necesitamos a la MACCIH para que castigue a los ladrones que vayan saliendo (del gobierno). Al principio necesitaremos ayuda internacional; supongamos que nos roben y que no nos permitan desde el Congreso cambiar la Corte, el Ministerio Público, el Tribunal Supremo Electoral… tendremos que consultárselo a l pueblo”, comentó.
Reafirmó su oposición a las reformas a la legislación penal, pues aseguró que “cómo se ponen a creer que voy apoyar una ley que quiere darle licencia para matar a los militares. Por lo que he leído, en la época de Carías, a la oposición se les prohibía reunirse y los que eran hallados en reuniones eran enviados a la cárcel”.