EEUU ha vuelto a bombardear al régimen sirio… y esta vez casi nadie se ha enterado. La aviación estadounidense ha atacado a fuerzas leales a Bashar Al Assad cerca de Tanf, en la frontera con Jordania. El objetivo del ataque han sido miembros de milicias progubernamentales –probablemente controladas por Irán– y tropas regulares sirias, que viajaban en vehículos hacia un punto donde fuerzas especiales estadounidenses entrenan a grupos rebeldes sirios, nominalmente para luchar contra el Estado Islámico.
Los detalles han sido confirmados por tres oficiales del Departamento de Defensa al portal estadounidense BuzzFeed. La coalición internacional anti-ISIS liderada por EEUU también ha emitido un breve comunicado al respecto, en el que indica que las fuerzas atacadas “suponían una amenaza a EEUU y fuerzas aliadas en At Tanf”.
La coalición añade que “esta acción se tomó después de que los aparentes intentos rusos de disuadir a las fuerzas pro-régimen sirio de que no se moviesen al sur hacia At Tanf no tuviesen éxito, de una demostración de fuerza de la aviación de la coalición, y de la realización de disparos de advertencia”. “El acuerdo sobre las zonas de desescalada sigue vigente”, concluye el comunicado.
Decisión operativa
A diferencia del bombardeo del pasado 6 de abril contra la base de Shayrat, anunciado a bombo y platillo por la Casa Blanca, esta vez apenas se ha informado de lo sucedido.
En aquella ocasión Donald Trump quería apuntarse un tanto y mostrar resolución para subrayar sus diferencias con su antecesor Barack Obama, considerado un “blando” por los halcones de Washington, incluyendo a muchos de sus aliados demócratas. Pero ahora no ha habido cámaras filmando la salida de los proyectiles y aeronaves, sino que se ha tratado de una decisión operativa tomada por los mandos sobre el terreno para proteger a soldados estadounidenses: el 5º Grupo de las Fuerzas Especiales, que lleva seis meses entrenando y formando a fuerzas rebeldes en Tanf para que se enfrenten al Estado Islámico.
El bombardeo se produce justo cuando Donald Trump emprende un viaje oficial a Arabia Saudí, que dará inicio a un ‘tour’ de 9 días por diferentes países amigos. Está previsto que Trump trate en Riad la cuestión de la creación de una ‘OTAN árabe’, una alianza militar entre países árabes aliados de EEUU que puedan intervenir en la zona sin necesidad de apoyo logístico estadounidense.