Después de un truene, en el que no pudimos seguir siendo amigos, supe que Pedro ya tenía novia. Me punzaba el estómago y se me erizaba la piel cada vez que veía sus fotos en Facebook en actividades que antes solíamos hacer juntos. No nos habíamos ‘borrado’, porque pertenecíamos al mismo grupo y era seguro que nos volveríamos a ver.
Ese día llegó, a casi dos meses de no haber tenido contacto alguno con él. Por supuesto fui con mi mejor look. No sólo sería el reencuentro con mi ex, sino conocer a su novia en una gran fiesta de cumpleaños. Había que estar preparada. No hay que negarlo, a veces las mujeres nos comparamos, sobre todo al estar en estas situaciones.
Pedro y yo nos saludamos con cordialidad, pero se ‘respiraba’ cierta tensión. Después fingía no verlo, y él se escondía detrás de su novia… Tengo que decir que fue un respiro verla en persona. No era para nada más guapa que yo. De hecho, no era del tipo físico que le gusta a él.
Se llevan bien y entiendo que tienen muchas cosas en común, pero aunque fue amable y me mostró una gran sonrisa cuando nos presentamos, me di cuenta de que la que se sintió amenazada fue ella, no yo. Hasta hace un día me sentía Jennifer Aniston y creía que la actual novia, Angelina Jolie. Estaba muy equivocada…
De pronto creí ver a Pedro checándome. No estaba segura, podía ser mi imaginación. Pero cuando la novia fue al baño, él pasó detrás de mí y me apretó la nuca como solía hacerlo cuando andábamos. Me paralicé unos segundos, pero con ese contacto supe que todavía no nos habíamos superado.
La novia regresó y como si nada hubiera pasado… Empecé a beber más vino de lo que creí. La novia también. Pedro igual. El ‘premio’ al más bebido fue para la novia, que tuvo que acostarse en un sillón y perderse en su inconsciente. ¿Sería que le afecté demasiado?
Pedro llegó a platicar conmigo, estaba nervioso y algo inseguro. Empezamos con cierta distancia y, después de un rato, comenzamos a reír y a divertirnos como antes. En una pausa me tomó por la cintura y acarició mi espalda. No lo hizo para provocarme. Lo realizó de unamanera totalmente sincera y porque lo sintió. Lo vi en su mirada.
Un invitado que no conocíamos nos sacó plática y lo primero que nos preguntó fue cuánto tiempo llevábamos juntos. Tartamudeé y expliqué que sólo éramos amigos. Pedro bromeó diciendo que nos acabábamos de conocer. El invitado se lo creyó y dijo que teníamos bastante química. Sonreímos.
La ‘bella durmiente’ despertó y su príncipe se la llevó al castillo. Por unos segundos pude haber sido la Maléfica del cuento, pero no fue así. Sin embargo, esa breve reconexión que tuvimos significó muchísimo para mí: sí, consiguió novia muy rápido, pero pude sentir que no me había olvidado.
Quizás esa niña sea the one. pero no significa que no fui importante. Es curioso, pero necesitaba saber eso: que él también estaba afectado y que lo nuestro sí había sido real y relevante en su vida. Con sentirlo en unos minutos pude dormir tranquila esa noche.
Dos días después vi nuevas fotos de ellos en la playa. Me dolió… pero mucho menos. Las inseguridades que me dejó saber que mi ex ya tenía novia se difuminaron. Creí que verlos juntos me haría sentir peor y fue todo lo contrario.
Ahora puedo soltar y dejar ir, porque sé que, a pesar de lo dolorosa que fue la separación, no significó ni falta de cariño ni de atracción. Quizás a la nueva novia sólo le falte un poco de tiempo para construir todo eso. Lo hará, estoy segura. Y sinceramente, les deseo un final feliz.
Cómo saludar con gracia…
1. Ten en cuenta que el momento no es sólo difícil para ti, sino también para la nueva novia. Ponte en su lugar. Ustedes tuvieron una historia y puede sentir que tiene que ‘superarte’, y eso suele ser mucha presión.
Al principio parecería que ella es la que se encuentra en una posición privilegiada, pero no necesariamente.
2. A menos que ella haya sido la ‘causante’ de tu rompimiento (si fue así, él también tuvo que ver), en realidad no tiene vela en el entierro por tus problemas y los de tu ex. Por lo tanto, no debería haber tipo de roce alguno.
3. Prepárate y preséntate o mejor posible para sentirte a gusto contigo misma, no para demostrar nada.
Saluda con amabilidad y educación y, si no tienes nada más que decir, retírate y eso es todo.
4. Si crees que te sentirás expuesta o demasiado vulnerable, mejor evita la situación hasta que te encuentres preparada.
5. Si el encuentro es inesperado, no existe realmente nada que puedas hacer. Reaccionarás lo mejor que puedas y no te culpes si no tenías las herramientas necesarias.
6. A veces malinterpretamos que él tenga una nueva novia, pero puede ser por varias razones. A lo mejor es una defensa para poder olvidarte porque le doliste demasiado, o se trata de inseguridad. Nunca sabes lo que hay detrás de la relación.
7. Lo mejor es tener mucho trabajo personal, porque no siempre vas a encontrar validación externa. Superar un truene y luego enterarte que tu ex ya tiene a alguien más es un proceso personal que lleva distintos tiempos, dependiendo de cómo fue la relación entre los dos y cómo lo percibiste.
Piensa que ellos también están en cierto proceso y que no es tan fácil como parece.