Y todo es por la falta una vitamina muy importante.
En medio del debate sobre qué es más saludable, si comer carne o eliminarla de la dieta, un nuevo estudio sugiere que los vegetarianos y/o veganos serían más propensos a sufrir depresión que los omninívoros.
En una investigación realizada en la Universidad de Bristol, en Reino Unido, se compararon los niveles de depresión que existen entre personas carnívoras y veganos o vegetarianos.
La prueba se realizó a más de 10 mil personas, de los cuales aproximadamente 350 son veganos o vegetarianos, y el resto consumía productos de origen animal.
Los resultados arrojaron que los segundos son más propensos a sufrir este trastorno que las personas cuya alimentación incluye carne.
Los especialistas concluyen que el resultado se debe a que tal tipo de alimentación presenta una escasez de vitaminas, en especial de la vitamina B12, así como minerales.
La vitamina B12 es aquella que ayuda a nuestro cuerpo a evitar el cansancio o fatiga, ya que se encarga de proporcionar energía tanto emocional, física y mental, por lo cual también regula el estado de ánimo, refuerza la memoria, la concentración y favorece al sistema inmunológico.
Esta vitamina se encuentra en alimentos de origen animal (pescados, lácteos, huevo, carne), es por ello que los veganos o vegetarianos tienen bajos niveles de B12, pues apenas la incluyen en pequeñas cantidades en alimentos como algas, germen de trigo, soya, nueces y algunos cereales.
El estudio viene a confirmar las conclusiones de la investigación titulada Vegetarian diet and mental disorders: results from a representative community survey, en la que se concluye que quienes llevan un estilo de vida vegano cuentan con un 15% más de probabilidades de sufrir depresión, en comparación con las personas carnívoras.
Pero no todo está perdido, pues quienes se rehúsan a consumir productos de origen animal tienen la opción de equilibrar su organismo por medio se suplementos que contengan vitamina B12, como el complejo B.