Tegucigalpa, Honduras.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) presentó un 0.64 por ciento de crecimiento mensual al cierre de febrero pasado y ubica la tasa de inflación acumulada en 0.94 por ciento, inferior en 0.38 por ciento a la de doce meses atrás (1.32%), según el Banco Central de Honduras (BCH).
Mientras la inflación interanual se ubicó en 4.33 por ciento, superior en 0.49 por ciento en relación al 3.84 por ciento que presentó en febrero de 2017.
El comportamiento de ese indicador económico recibió influencia de diversos rubros relacionados con el inicio de clases en las diferentes modalidades de educación privada y pública; así como por el alza en el precio de las bebidas carbonatadas y combustibles.
La educación contribuyó en mayor medida, según el BCH, determinada principalmente por aumento a los precios de las colegiaturas en los diferentes niveles de educación privada formal (preescolar, primaria, secundaria y superior) y no formal (cursos técnicos).
En mayor impacto, le siguen los alimentos y bebidas no alcohólicas asociado principalmente al alza del precio de las bebidas carbonatadas, de algunos alimentos de origen agrícola (plátano, banano, pataste), lácteos (queso y mantequilla), e industrializados (manteca y tortilla); no obstante, las hortalizas y huevos registraron una reducción en su precio.
MANTENER PRECIOS
Ante esa situación, el representante de la Asociación para la Defensa de la Canasta Básica de Honduras (Adecabah), Adalid Irías, manifestó que junto con los productores nacionales y organismos de protección social al consumidor, deben definir una canasta básica caracterizada, que comprenda unos 80 productos.
Detalló que “el problema es que no nos hemos puesto de acuerdo, pero debemos de empezar a carac
terizar la canasta básica. Para empezar tenemos que definirla, porque actualmente difiere en todos los sectores, la Secretaría de Trabajo tiene una, el Cohep (Consejo Hondureños de la empresa Privada) tiene otra, la Secretaría de Desarrollo Económico otra, y así, entonces hay que ponernos de acuerdo”.
Asimismo, argumentó que “debemos discutir y definir para que la canasta básica esencial de 30 productos, por lo menos elevémosla a 80, donde incluyamos los huevos, todos los lácteos, no solo una variedad, y pollo entre otros productos.