Tegucigalpa, Honduras.
Los dolores reumáticos que llegan con la vejez no son nada comparados a los quebrantadores malestares que causa la chikungunya en los adultos mayores.
Doña María Barahona, una mujer de 74 años, llora del dolor que le causa el mal que sigue enfermando a hondureños en el país.
Desde hace tres días, las fuertes fiebres la derrotaron y la tendieron sobre una cama y asegura que ya no soporta más. “Ya no aguanto el dolor”, dice mientras se mece en una silla de la Emergencia del Hospital Escuela.
“Ya no puedo con el chikungunya, me mata el dolor, no me puedo mover, siento todo duro y me duelen las manos”, lamentaba la señora.
Los médicos hacen lo que pueden en la poblada sala, ya que la enfermedad hace que al menos 60 personas lleguen desesperadas buscando ayuda.
Cuidado en ancianos
Debido a la edad, el sistema inmunológico de las personas tiende a debilitarse.
Es por eso que las personas mayores de 60 años forman uno de los grupos más delicados. La epidemióloga Roxana Araujo advierte que es necesario que al presentarse los primeros síntomas los pacientes sean llevados al establecimiento de salud más cercano.
“Esto se recomienda porque es necesario identificar cuál de las dos enfermedades presenta el paciente y así recomendarle el medicamento”, dijo la doctora.
Cabe mencionar que durante los cuadros febriles los médicos recomiendan únicamente el uso de acetaminofén, luego se pueden usar analgésicos para los dolores articulares.
Sin embargo, en el caso del dengue, algunos medicamentos pueden causar hemorragias, de ahí la necesidad de identificar el virus.
En cuanto a los remedios caseros naturales, la epidemióloga explica que líquidos como el agua de coco ayudan a mantener el conteo de unidades sanguíneas normales.
Los recién nacidos es otro de los grupos vulnerables.