Apenas han pasado unos días desde su arresto y lo que ya se pregunta la mayor parte de la sociedad es si será capaz de escapar una vez más –sería la tercera- y cuando va a lograrlo, pero es que Joaquín Guzmán Loera, mucho más conocido como el Chapo Guzmán, no es un criminal cualquiera. De hecho se trata del líder de uno de los cárteles de la droga más poderosos del mundo, el de Sinaloa.
El Chapo se fugó de la cárcel de El Altiplano, considerada de máxima seguridad, en julio de 2015 y ha estado huido de la justicia durante medio año. Ahora vuelve al mismo sitio, pero sus condiciones han cambiado con el objetivo de hacer que una nueva fuga sea completamente inviable.
En primer lugar, el suelo de su celda ha sido reforzado con acero, cortando de este modo una posible vía. Además tendrá cerradura electrónica, una puerta interna con barrotes y otra con placas de metal. La seguridad no acaba aquí, ya que una serie de cámaras de vigilancia monitorizarán sus movimientos las 24 horas del día.
En el exterior, el dispositivo también será amplio, ya que habrá tanques, soldados y policías encargados únicamente de evitar que Guzmán vuelva a esfumarse de prisión como ya hizo antes. Condiciones draconianas que hacen pensar que ninguna persona normal podría fugarse, pero en el caso de El Chapo es distinto y ya lo ha logrado otras veces.
Finalmente se le va a reducir el contacto tanto como sea posible con las personas del exterior, aunque el criminal tiene un auténtico ejército de abogados del más alto perfil que siempre velan por sus intereses.
Guzmán se ha hecho famoso en todo el mundo como uno de los traficantes más implacables y despiadados desde que en los años 90 se convirtiese en el capo de la droga más importante del mundo, siendobuscado por las principales agencias del mundo tales como el FBI o la Interpol. De hecho, era el segundo objetivo más buscado tras Osama bin Laden.
Fue detenido en 1993, escapó en 2001 y volvió a ser arrestado en 2014 para apenas un año y medio después volver a darse a la fuga. La actual es su tercera detención y las autoridades mexicanas esperan que sea la última.