En estos tiempos modernos, en los que la tecnología está a la orden del día y los aparatos electrónicos son ampliamente disponibles, los espacios para la actividad física se han reducido significativamente. Hoy en día es común ver a los niños sentados en un sofá o acostados en la cama absorbidos por la pantalla que tienen frente, esto durante largas horas. La actividad física, no digamos el ejercicio y los deportes, han pasado a un segundo y tercer planos.
Fomentar el ejercicio en los hijos nunca había sido tan importante como lo es hoy. Además de que representa un enorme reto para los padres. Dar el ejemplo es sin duda la herramienta más importante, pero no es suficiente. Deben llevarse a cabo otras estrategias para ayudarlos a disfrutar el estar en movimiento.
Para lograr que sus hijos entren en contacto con el deportista que llevan dentro, los padres deben incentivarlos a ser activos desde que son pequeños. Es importante enseñarles a disfrutar del ejercicio y de los deportes de su preferencia. De esta forma, irán desarrollando las habilidades físicas necesarias para ejecutarlo adecuadamente.
En niños mayores, el objetivo debe ser mejorar su nivel confianza en el ejercicio. Realice con ellos actividades físicas que permitan la coordinación motora, como por ejemplo tirar y atrapar una pelota, así como patearla y pararla. Con esto promoverá que al momento de realizar un ejercicio que requiera de más destrezas, sus hijos se sientan cómodos y capaces de ejecutarlo.
A veces puede ocurrir que los niños no han encontrado el ejercicio o deporte para el cual sí cuentan con las habilidades suficientes para realizarlo adecuadamente. El papel de los padres en ayudarles a encontrar esto es fundamental. Deje que sean ellos quienes decidan qué deporte realizar; no influya en ellos con sus preferencias personales o lo que usted quisiera que hagan. El hecho que usted haya sido seleccionado del equipo de basketball cuando era adolescente, no quiere decir que sus hijos tengan que hacer lo mismo.
Promueva en sus hijos la práctica de ejercicio afuera de casa, como en el jardín, un parque o un campo de futbol. El objetivo principal debe ser pasarla bien juntos; la actividad física se dará por añadidura. Si sus hijos no poseen muchas habilidades físicas al principio, ayúdeles a desarrollarlas realizando el ejercicio con ellos. Téngales mucha paciencia. Luego, deje que sus hijos experimenten en varios ejercicios y deportes para que así encuentren cuáles son los que más les gustan.
Por último, recuerde que el objetivo principal es que sus hijos sean físicamente activos de forma regular y que disfruten de las actividades físicas que realicen. Esta es la mejor forma de establecer hábitos saludables para toda la vida.