Tegucigalpa, Honduras.
El sueño americano debería convertirse en el sueño hondureño, aunque parezca paradójico y falto de fundamentos, esa debería ser la realidad de los nacionales de un país, lograr en su propio terruño las posibilidades de una mejor vida con oportunidades y opciones de desarrollo social y económico.
Esta es parte de las reflexiones abordados en el marco de la visita de la directora de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), de los Estados Unidos de América, Sarah R. Saldaña, quien se encuentra en Tegucigalpa con el propósito abordar el tema de inmigración irregular, y concientizar a la población sobre este fenómeno.
La directora de ICE, llego este miércoles a Honduras, con el propósito de poder concientizar y educar a la población sobre el tema de inmigración irregular o ilegal. Este tipo de conversatorios se hicieron previamente en El Salvador y luego le tocara el turno a Guatemala para si cubrir una problemática que es recurrente en los países del Triangulo Norte.
“El propósito de nuestra visita es por la preocupación por el asunto particular de niños, adolescentes y familias que llegan a inmigrar de forma irregular hacia los Estado unidos, ¿Que podemos hacer en los Estados Unidos para educar a la gente de Honduras, y evitar que viajen de esta forma hacia haya?” dijo en relación a los altos índices de inmigrantes que viajan de manera ilegal hacia el país del norte.
Expresó que “¿Que es mejor?, Quedarse en su país, estar con su familia, ¿o quedarse en México en el camino?, el camino hacia “el sueño americano” es altamente riesgoso y puede ser fatal”.
También manifestó que la vida en Estados Unidos no es como se pinta, “no es una vida sencilla al llegar a los Estados Unidos; no es una vida muy buena, ya que viven con miedo que los agarren las autoridades”, por lo que aconseja a la población a no realizar el viaje ilegal hacia el país americano.
Saldaña menciono que Estados Unidos está apoyando a naciones como Honduras y sus habitantes, para evitar el riesgo de viajar y perder su dinero y hasta su vida en el camino hacia los Estados Unidos;
“No es que no queremos a los hondureños, o conocer su cultura, intercambiar experiencias y aprender de nosotros mismos. Es hacer cumplir la ley de los Estados Unidos, y evitar que sufran riesgos los inmigrantes”, concluyó.