Hay padres de padres… Los hay desde sobre-protectores hasta distantes, de los que juegan con sus hijas a los que las observan jugar… y hay algunos que, no hace mucho tiempo espantaban a los monstruos que habitaban en la oscuridad y que hoy desearían espantar a los novios de sus hijas. Sin importar qué tipo de padre haya sido, la relación establecida con su hija afecta su desarrollo sexual.
Del primer amor al amor ideal
Es fácil observar a una niña que está enamorada de su padre. Ella le toma de la mano y camina junto a él sintiéndose una princesa. Ella sabe que él la protege y que tiene toda su atención.
La admiración que se establece por el padre y la forma en la que él responde, se imprimen en el inconsciente de la niña. Y a lo largo de su desarrollo, esto formará parte del ideal de pareja. Por ejemplo, si el papá es caballeroso, cordial y respetuoso en su trato, la niña elaborará conceptos acerca del trato que merece ella y todas las demás mujeres. En el futuro, buscará recrear esa sensación de respeto, seguridad y protección en sus relaciones de pareja. ¡Ojo! Y viceversa…
Un auto-concepto positivo
Desde muy pequeña, una niña comienza a elaborar un concepto de sí misma y de su propia valía en relación al trato que recibe de otras personas, especialmente de su padre. De diversas formas, el padre puede comunicarle a su hija que ella es importante: dedicándole tiempo, compartiendo una actividad que ambos disfruten, llamarle por teléfono, asistir a eventos con ella, llevarle al colegio, etc. Si el padre es una constante en la vida de su hija y le comunica que ella es una prioridad para él, la niña interiorizará el mensaje y obtendrá mayor seguridad en sí misma.
La interacción entre padre y madre es el primer modelo de referencia de las relaciones interpersonales. Sin importar si los padres están juntos o no, cuando un padre trata con respeto y consideración a la madre, la hija aprende acerca del trato hacia las mujeres, acerca de la resolución de conflictos y sobre las actitudes a adoptar ante las diferencias de opinión. Si el padre extiende este buen trato a todas las mujeres y logra mantener la calma y validar sus puntos de vista, ella aprenderá habilidades de negociación y tendrá menos probabilidades de entablar una relación de abuso con su pareja. Vale resaltar que NO existe un modelo ideal de cómo ser padre… pero sí se puede ser el padre ideal para su hija, siempre y cuando el padre le recuerde que la ama, que ella vale por lo que es y cómo es y que él estará allí para protegerla.